UN DESIERTO PARA LA DANZA 2024
El pasado 21 de abril se inauguró la edición 31 del festival de danza más importante del estado, Un Desierto para la Danza. El evento ofreció nueve días de actividades gratuitas con la participación de destacados artistas y compañías de Sonora y del resto del país, quienes presentaron su propuesta escénica en el Teatro de la Ciudad: Margarita Danza Aquí, Colectivo Danza Espontánea, Antares Danza Contemporánea, PEC/Clica Arte Escénico, Cuatro x Cuatro, César Brodermann y Daniela Urías. También formó parte del programa la charla “Leib-Körper: Hacia una ética del cuerpo y una pedagogía desde los cuerpos”, con el artista, coreógrafo y director de escena Shantí Vera. Las maestras Zahaira Santa Cruz y Areli Cornelio impartieron los talleres “Moving space” y “Danzaterapia”, respectivamente. El evento culminó con la celebración del Día Internacional de la Danza, en el Museo de Culturas Populares e Indígenas de Sonora, con un Encuentro de academias y escuelas de danza del estado de Sonora.
A continuación, compartimos fragmentos de las apreciaciones de los estudiantes de segundo semestre de la Licenciatura en Artes Escénicas, sobre algunas de las coreografías a las que asistieron.
Cartel oficial de la muestra Un desierto para la Danza.
Fuente: Instituto Sonorense de Cultura
“Por decirlo de algún modo”
COLECTIVO DANZA ESPONTÁNEA
22 de abril
Tomando como punto de partida una danza del videojuego Dance Evolution, Benito González desarrolla una serie de coreografías breves y diversas, con la intención de adentrarse en el terreno de la apropiación artística desde una mirada irónica, histórica y lúdica; llena de guiños y segundas intenciones. La perspectiva utilizada se plantea como una estrategia crítica, reflexiva, e implica una actitud de revisión, de relectura de lo dado, ubicándolo en un contexto diferente.
Coreografía/apropiación: Benito González
Performers: Natanael Barajas, Ricardo Barreto, Carlos Contreras, Carlos García, Claudia Landavazo, Saúl Medina y Ángel Nava.
(Texto e información obtenida del programa de mano. Fuente: ISC)
Imagen obtenida de: Facebook Un Desierto para la Danza ISC
“No es muy común que, cuando voy a ver danza contemporánea, una obra tenga estos tintes cómicos que hacen reír al público. Eso fue lo que me gustó más, darme cuenta que no necesariamente por ser danza contemporánea será algo que me mantenga seria todo el tiempo. Y no le resto nada de introspección a la obra, simplemente creo que es abordada desde un enfoque diferente, considerando el abanico de emociones humanas que existen y que por lo tanto, pueden ser parte de la puesta en escena.
Considero un hallazgo para mí el entender cuánto me agrada que no necesariamente sea un ambiente sereno, o algo que me mantenga en silencio intentando descifrar qué estoy viendo; que también existe esta manera de utilizar el escenario para evocar algo que es parte de la vida, como lo es el humor. Si la danza es un lenguaje, no hay límites en la forma en la que se dicen las cosas, y en ese aspecto esta obra tiene una personalidad que a mí me gusta y con la que conecto.
Relaciono los movimientos repetitivos que los bailarines realizaban a la par de la música cíclica, con el estar atrapado en un mundo virtual, más aún porque la obra partió de la coreografía de un videojuego. Los movimientos se repiten varias veces, de distintos modos, variando música e iluminación. A mí me gustó mucho cómo esto lucía visualmente, era muy satisfactorio de ver; me encantó cómo se usaba la luz para resaltar distintas cosas y crear distintos efectos.
Concluyo y me llena de emoción saber los pocos límites que existen y todas las posibilidades que hay para comunicarse por medio de la danza. Me inquieta y me hace mirar hacia adelante, pensando en las posibilidades infinitas de la escena.”
Karina Reséndiz
Imagen obtenida de: Facebook Un Desierto para la Danza ISC
“Ningún lugar a donde ir”
CESAR BRODERMANN
26 de abril
Explora la idea de que el camino es el verdadero viaje, donde encontramos aprendizaje y conexiones; danza, performance, instalación y artes visuales se fusionan para crear un viaje emocional que desafía límites y nos invita a encontrarnos a través de nuestras vulnerabilidades.
Estamos condicionados a buscar lugares a donde llegar, y que el único objetivo es ese destino. A través de la búsqueda constante del momento presente y desafiando los límites, tanto los artistas como la audiencia se embarcan en un viaje de autodescubrimiento y creación de puentes para las generaciones futuras.
Dirección artística: César Brodermann
Coreografía: César Brodermann en colaboración con los performers
Performers: Aislinn Jiménez, Eric Soto, Michelle Temoltzin, Santiago Sánchez, Aime Irasema Sánchez, Angie Albarrán, Florianne Phillipe-Beauchamp
(Texto e información obtenida del programa de mano. Fuente: ISC)
Imagen obtenida de: Facebook Un Desierto para la Danza ISC
“Asistí a ‘Un desierto para la danza’, para ver la increíble presentación de ‘Ningún lugar a donde ir’. Quedé fascinada con la forma que los intérpretes usaron su movimiento para construir un ambiente en la escena, movimientos fluidos que iban escalando a movimientos más golpeados, que incrementaban la tensión del ambiente poco a poco. Junto a la combinación de luces y música, los bailarines llevaron su interpretación al máximo, eran cuerpos que estaban muy conectados.
La tensión subía y bajaba, dejándome sumamente inmersa en lo que sucedía en la escena, y aún más con un final empapado de nostalgia, que nos lleva, a los espectadores de la mano de los intérpretes, a pensar en nuestro pasado y traer de vuelta recuerdos que significan mucho para nosotros, sin importar lo sencillos que sean. Lo que ellos hicieron para conectar al espectador con sus recuerdos, fue simplemente bello.
‘Ningún lugar a dónde ir’ es una obra que te lleva una y otra vez al límite, con unos cuerpos que llevan su movimiento a algo fenomenal, acompañado de recuerdos hermosos.’’
Laisha Niebla
“La obra comenzó desde que entramos al lugar, uno de los bailarines se encontraba en el centro del escenario bailando mientras los demás se acercaban a él caminando lentamente. Comenzó con lentitud pero con mucha energía y sentimiento. La música se basaba en el sonido de tambores y de naturaleza, rugidos y aire. Hubo momentos donde subía el ritmo y tono, provocando una emoción de desesperación y angustia, que cada bailarín interpretaba a la perfección.
Ver esta obra me hizo recordar y sentir muchas cosas. Creo que es una coreografía que todos deberían ver ya que conecta con situaciones por la que muchos hemos pasado, pero nos las muestra de una manera en la que apoya a sanar y ver que no estás solo.”
Pamela Pacheco
Imagen de Pamela Pacheco
“Maternar”
DANIELA URÍAS
27 de abril
Maternar va más allá de la biología, es una acción que recae sobre el cuerpo para convertirse en un enlace vivo que nos conecta con lo otro. Maternar es tejer afectos, mover la energía y entrelazar la ternura con el cuidado. Nos rodeamos de figuras que maternan, sostienen, protegen y nutren. Aún sin ser madres, hemos maternado y hemos sido maternadas.
Explora la maternidad como un vínculo vivo tejiendo fuerza, furia y miedos inesperados.
Dirección y coreografía: Daniela Urías
Intérpretes: Ana Paula Ornelas, Estefanía Iglesias, Tiffany Solís
(Texto e información obtenida del programa de mano. Fuente: ISC)
Imagen obtenida de: Facebook Un Desierto para la Danza ISC
“Las bailarinas fueron cuidadosas con la limpieza de los movimientos y eso se puede notar en cada segundo de su presentación, desbordaba energía y nunca se sintió que la bajaban. Incluso cuando estaban estáticas, sus cuerpos estaban presentes y fue bastante claro como ellas demostraban el amor materno tanto en sus movimientos, como en sus expresiones de calma.
Esta obra fue la sensación pura de las personas que cuidan de otras, no importa si es una madre, una hermana, una enfermera o incluso un padre, el sentimiento de importancia, de cuidado y de amor estaba ahí. Me fui enamorada y con muchas ganas de abrazar a mi mamá y a mi nana.”
Fran Quiroz
“Me sorprendió mucho la escenografía con los hilos colgando y las telas detrás de las bailarinas, la pequeña casita que tenían, todo forma parte de una historia.”
Ximena Serena
“Me gustó mucho, pero esta vez no tanto por la historia y el concepto de la obra, sino por la calidad de movimiento de las intérpretes, quedé asombrada con sus movimientos y presencia, era muy claro el increíble control que tenían sobre sus cuerpos, cómo decían tanto con solo el movimiento.
La historia que fue apareciendo era estupenda, el cómo se hizo claro con el paso de la obra, el acto de maternar: entre ellas se cuidaban y enseñaban, aprendían a caminar, hasta llegar a bailar y moverse por todo el espacio.
La escenografía e iluminación fueron de gran ayuda para la obra.”
Marie Casanova
Imagen obtenida de: Facebook Un Desierto para la Danza ISC
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