Un hogar sólido

 Las y los alumnos del octavo semestre de la Licenciatura en Artes Escénicas llevaron a cabo la puesta en escena “Un hogar sólido”, de la dramaturga mexicana Elena Garro, habiendo tenido dos temporadas, una durante noviembre de 2021 y otra que abarcó desde febrero hasta marzo de 2022 en el Foro de Bellas Artes de la Universidad de Sonora. A grandes rasgos, la obra trata de un reencuentro familiar en un espacio cerrado sin puertas ni ventanas y en penumbras. Tras la tentativa llegada de otra integrante se desatan una serie de memorias y conflictos que el tiempo no ha logrado resolver. De esta manera, bajo la conducción del maestro Marcos González se armó un formato teatral que daba la sensación de un encierro oscuro, donde los efectos lumínicos fueron un factor determinante para la ubicación y atmósfera sensorial del espacio.



Me di cuenta de la grandísima importancia del trabajo en equipo, así como también del manejo del objeto. Al principio me costaba entender un poco a qué se referían y hablaban de los huesos del cuerpo y ver a la niña Catalina con él, hizo que se abriera mi mente. A veces las cosas son literales, no todo se trataba de metáforas.

Al salir me quedé con esa nueva imagen, con las posibilidades de lo que puede pasar después de la muerte; nunca había pasado por mi mente en que podrías quedar ahí, junto con las otras personas enterradas.

También algo que he tenido siempre muy presente al ver cualquier tipo de presentación es la importancia de la cuestión técnica, las luces, todo lo que sucede detrás. En cómo el cambio en los tonos de luz en el escenario en verdad te hacían de cierta manera no solo ver sino sentir algo diferente.

Andrea Castrejón



La primera vez que vi esta obra fue un tanto difícil lograr diferenciar varios de los actos que pasaban frente a mis ojos, no logré captar ni entender la esencia de varios personajes, no podía procesar bien la historia y hubo cosas que se me dificultaron, quería presentir algo pero resultaba no ser y había cosas que sonaban lo contrario. La segunda y tercera vez que vi la obra, por dios hasta empecé escuchar los diálogos diferentes porque pude captar y sentir, se me erizó la piel, estaba impactada con los movimientos y la historia. Capté que verdaderamente hay cosas que se tienen que ver más de una vez si es que quieres verlas en verdad, porque la esencia de los personajes y de las personas fuera de personaje es muy diferente. La primera vez lo vi y juzgué como estudiante, la segunda vez lo vi como público y
wow, entendí muy bien el espacio, y la corporalidad del elenco me gustó mucho fue una bonita experiencia y me emociona saber que un día estaré en ese mismo lugar.

Fernanda Rivera


La obra es de carácter fantasiosa mexicana con una historia profunda, cruda y con su
dificultad de entendimiento para apreciarla. Es ambientada en un cementerio, varias personas que son familia y se encuentran penando en su tumba. La obra está muy bien estructurada, en especial el nudo de la obra, no cae en lo superficial, dado que no hay ideas sueltas sino que todo tiene un porqué. Incluso se habla del futuro mismo ya que ellos hablan de su reencarnación.

Hubo momentos donde había nerviosismo y donde algunos efectos fallaron, pero nada de esto opacó la obra ni hizo que te dejara un mal sabor de boca, si no fueron detalles mínimos, que se pueden trabajar de poco a poco para lograr la excelencia.

Hubo buenos desarrollos de personajes, voz, espacios, luces en el lugar correcto, un buen manejo de las tres paredes, y el sonido estuvo espectacular, en sí el montaje estuvo muy bien planteado, los actores supieron qué hacer y se les puede ver el trabajo que han estado llevado a lo largo en su carrera.

Rafael Arce









Selección de textos y corrección de estilo por Diana Laura Loya
Fotografías por Trinidad Arenas

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