El show de Jérome Bel, en MartesDanza

El día 24 de octubre el ciclo MartesDanza tuvo una sesión especial. Conducido por la maestra Adriana Castaños, este martes consistió en la exposición del trabajo del francés Jérome Bel. Los asistentes tuvieron la oportunidad de ver en video “The show must go on”, una de las piezas emblemáticas del creador. En esta entrega de La Tertulia Escénica compartimos extractos de las apreciaciones de algunos de los estudiantes asistentes.

Foto: Rafaél López 


Presenciar esta obra fue muy diferente, ya que fue por medio de un video, pero esto no la hizo menos interesante. No tenía idea de nada, llegué con una mente abierta, y la verdad me sorprendí más de lo que pensé. Para empezar, me llamó mucho la atención que desde el inicio cuando se platicó del director, se dijo que él se había introducido a la filosofía, y que la obra usaba muchos fundamentos de ésta.

Me pareció muy extraño que cada persona involucrada en la puesta bailaba a su propio ritmo, siguiendo fielmente lo que decían las canciones de fondo. Logré notar que cada uno tenía su estilo y personalidad muy marcados. Su vestimenta era muy común, parecía como si estuvieran paseando y de repente se subieran al escenario. Siento que el público fue parte de la presentación, ya que durante toda una canción la cámara enfocó al público.

La atmosfera me pareció muy curiosa, ya que las luces, escenario e interpretación hacían que todo fuera más irreal; que el DJ subiera al escenario a bailar un solo, que en el escenario se haya descubierto y presentado un hueco en el piso, y que los bailarines de repente se hayan puesto audífonos y comenzaran a cantar, me pareció muy fuera de lo común.

Lo que vi fue algo que nunca había visto antes, tanto en concepto como en ejecución. Me agradó poder descubrir esta posibilidad de propuestas escénicas, y conocer un poco sobre las puestas de coreógrafos internacionales. Por la curiosidad decidí investigar sobre la obra, y encontré que parte de los intérpretes eran bailarines profesionales, mientras otros eran personas comunes, lo cual agrega significado, ya que se pueden presenciar muchas percepciones de movimiento a diversas canciones. 

Abigail García

Estudiante del 1º semestre LES


El martes 24 de octubre, asistí a MartesDanza, donde se llevó a cabo la proyección del trabajo del coreógrafo francés Jérôme Bel, “The Show Must Go On” hecha en el 2001. Esto es algo que nunca me imaginé ver. 

Cuando supe que era danza en video no supe que esperar, pero me llevé una gran sorpresa, desde el inicio fue impredecible lo que iba a suceder después. Las 18 canciones que se usaron a lo largo de la obra eran muy diferentes entre sí, también lo fue la manera cómo se desarrolló cada pieza. La diferencia iba desde todas las personas bailando juntas en escena, hasta el tener a la persona que manejaba la música tomando el protagonismo, o a momentos en que se dejó el escenario completamente oscuro, lo cual producía un gran suspenso sobre qué sucedería después. Sentí que el uso que hacían de las canciones era muy literal pero al mismo tiempo, no dejaba de sorprender lo que hacían en escena. 

Sin duda quedé con ganas de investigar más sobre Jérôme Bel y sus trabajos. Recomiendo mucho ver “The Show Must Go On”, es simplemente algo sorprendente.

Laisha Niebla

Estudiante del 1º semestre LES



Foto: Bernhard Müller


Esta obra me pareció muy peculiar desde el inicio, partiendo de que se trataba de un video y no de una puesta en escena que sucediera en el momento. Tenía expectativas muy distintas a lo que vi, y eso me llevó a cuestionarme qué hace a una obra de danza “buena” o “mala”, y que quizá esos dos adjetivos se quedan muy cortos ante la gama tan diversa de situaciones e ideas que pueden declararse en una obra escénica. 
Para empezar, las propuestas del autor de la obra me parecían algo que podría llamarse cómico y extraño, por eso me pareció muy entretenido, pues nunca sabía qué esperar. Cada cosa que sucedía me dejaba un poco más desconcertada. A su vez, la obra me hizo cuestionarme si de verdad existe una pauta que separe a la danza de lo que no es danza. 
No sé cuál haya sido el propósito del autor, pero sé que me deja muchas preguntas que de otra manera no me habría podido plantear, lo que la hace de cualquier forma, una obra valiosa de ver para mí.
Karina Reséndiz
Estudiante del 1º semestre LES

Me pareció súper interesante la propuesta escénica y el montaje de esta obra, su estructura y desarrollo. Disfruté mucho la música utilizada.
La particularidad de utilizar en la obra a gente común, o sea, no bailarines profesionales, me pareció increíble y me gustó la naturalidad en los cuerpos al moverse sin ninguna intención de figurar o despreocupados por la perfección, únicamente el disfrute de moverse, fue verdaderamente una grata experiencia. Siendo una obra larga no me pareció pesada o estancada en ningún momento, me interesó mucho ver más sobre el coreógrafo, descubrir más a detalle su trabajo.
Armando Durazo
Estudiante del 5º semestre LES


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